¡Casi 24 horas llenos de momentos para atesorar!

Advertiré que esta entrada no tendrá exactamente un riguroso sentido cronológico como suelo hacerlo. Estará escrito por la manera en que llegan los recuerdos; tendrá saltos temporales y recuerdos del pasado, comentarios dichos o escuchados por las personas que me rodean,

En mi reloj son 10.15 pm. Justo hace 24 horas pasaron por mí. Les contaré que han sido las casi 24 horas más completas que he tenido en el último año. El día viernes tuve un día largo, agotador y definitorio para este cebecita algo meticulosa, curiosa, extremadamente crítica y surrealista. El sábado por el contrario empezó bastante relajado, -mi ángel de los libros me regaló: "La segunda vida de Bree Tanner"- y parte de la mañana hasta cerca de las 2 de la tarde leí y leí ese libro de Meyer. En algún momento puse un lavadora de ropa oscura.

Después me "juyi" de shopping por la despensa mensual. Regresamos a casa, acomode todo, tendí la ropa y salimos a cenar comer. Esa parte la tengo medio borrosa, lo que tengo presente en este momento es la frase "hoy mi almohada huele a ti", la he repetido las últimas horas. 

Regresando a lo importante, hoy por la mañana me desperté con una extraña sensación de todo avanza; los vitoresos por el equipo de Alemania, me hacían reir y me parecía surrealista ver futbol un domingo tan temprano. Acepto que el juego que maneja la FIFA es mucho mejor que el juego este llanero de la liga mexicana. Los comentarios previos hacían pensar que una remota oportunidad, pero muy remota oportunidad, podría hacer algo más que jugar un futbol llanero y llegar a la altura del equipo ese de las franjas azules y blancas dirigido por un exjugador que se cree Dios y drogo.

Almorzamos en el mercado de la del Valle pero no estaban nuestras maravaillosas "grasadillas" y almorzamos tacos yo de bistec y él de "suaperro" y pastor, o eso decía la lona. Lo que más me gusta de eso tacos son las papas fritas en tiritas- yommi-.

En este momento mientras bajo las fotos de la reunión de esta tarde pues mi mente "recuerda", que significa literalmente revive las conversaciones de esta tarde, las miradas, las risas, los abrazos, las palmadas y la caminata por una de mis zonas favoritas.

Después vimos el partido, bueno sólo un poco, la primera mitada nos pareció algo pues de "si se puede" con todo y el gol que metieron con fuera de lugar; después del segundo fue de si, claro... y ahora de que hablamos. Por lo que nos miramos y... le pusimos nada de atención al partido. Nos reuniriamos más tarde con amigos que quiero mucho y pues caminamos por Coyoacán, escuchamos música en inglés, español, los señores de los cilindros desentonados y mucha algarabía en una tarde "coyocanando".

Buscamos un cafecito para platicar y nos encontramos con el Topolino, una cafetería tipo italiana donde el gelato y el café es delicioso.

Comí una sopa campesina y un flotante de Coca-Cola con gelato de vainilla

La platica muy divertida, sarcática y molosa como suele ser con A, C y  B cerca.

¡Si te quiero, re´júntese pa´ acá!

¡Los quiero a los tres!

¡Cómo han pasado los años:

Con Flotantes de Coca-Cola, vainilla y Coca-Cola limón!

Salimos de ese pequeño y cómodo cafecito y caminamos entre la plaza Hidalgo y pues nos tomaron una foto a mi compincha y a mí.

 ¡Nena: te quellos gracias por todo tu apoyo incondicional!

¡Te deseo toda la felicidad, la mereces!

La noche llegó, la luna menguó y caminamos sobre nuestro pasos andados. Nos dividimos y cada quien a su hogar. Esta noche mi corazón es feliz y palpita sintiendo tanta alegría y tranquildad.