El silencio no va conmigo. Este tiempo silenciosa sólo fue para dar oportunidad de que Dios llegara a donde tiene que llegar. ¿Me pregunto si realmente echó raíces? Asistir a fiestas religiosas, llenarse la boca de la palabra sagrada y atiborrarse de santidad no hace a las personas mejores personas.
Eso opino. Al final, Dios el único e indivisible; duerme y me cobija todas las noches; susurra en mi oído el amor verdadero está presente y es algo por lo que hay que trabajar: picar piedra en todos los sentidos.
Ayer mientras hablaba con mi eterna compincha descubrí que tengo a mi lado y detrás de mí a personas que me aman por ser quien soy, personas que me apoyaran estando o no de acuerdo con mi decisiones, pero no dificueltan más mi camino. Estas personas respetan mi corazón, alma y lo que deseo y anhelo como amiga, hermana, hija y mujer deseo. Eso es amarame.
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