Este domingo me despertó una amiga a las 11.00 am. -"Eres un huevo" diría ella- para que la acampañara a ver la obra de teatro: "Las cuatro estaciones". Invitación que acepté, la verdad los últimos días he estado como "león enjaulado" y si tengo la oportunidad de hacer algo fuera de mi rutina, pues lo hago.
Nos quedamos de ver un poco antes en un restaurante que se llama "California" para tomarnos un café y ponernos al corriente con los "chismesillos". Pagamos la cuenta y caminamos unas 5 o 6 cuadras que separan a dicho local del teatro "Rafael Solana". Mi amiga se formó y recogió su pase doble.
En el Centro Cultural Veracruzano, que es donde se localiza el teatro, hay una par de cafeterías donde se come rico; "El tajín" se los recomiendo, lo más bello de el lugar son los jardines muy bien cuidados. Regresando a la obra, pues les cuento que después de sentarnos un rato junto a una fuentecilla, observamos que las personas ingresaban a la sala y eso hicimos nosotras, "K" y yo.
Nos sentamos en nuestros respectivos asientos, la fila E asientos 17 (D) y 18 (K), para nuestra suerte, justo atrás de nosotras de sentó una familia, y no dejaban de hablar y hacer comentarios y de explicar a las niñas de menos de 15 años la obra que cuenta lo difíciles que son las relaciones Hombre-Mujer; las etapas por las que pasa una pareja para tratar de entablar algo y al final, el inevitable rompimiento de ese amor.
Los actores son Bruno Bichir y Tiaré Scanda, "Adán" y "Beatriz", respectivamente, quienes actúan en esta obra melodramática, del inglés Sir Arnold Wesker, donde yo sentí que su mayor reto fue el transmitirnos a nosotros los espectadores emociones y momentos fuertes, intensos, con toques de humor; de una u otra manera me sentí identificada con algunas de las fases por las que pasa esta pareja.
Todo comienza con el invierno que es a pesar del frío y de lo mal que esté todo surge la esperanza; la primavera es la estaciones donde el amor surge de la misma manera en que nacen los árboles, las flores y la esperanza continúa hasta que llega el verano y el conflicto se ve reflejado en los miedos e inseguridades de la protagonista, y en la conformidad y soledad del protagonista. EL otoño llega y de la misma forma en que se caen las hojas de los árboles, se cae el amor de esta pareja.
Muy al estilo "Dianesco" fue mi interpretación personal.
De ella rescato las siguientes frases:
- "Ni por todas las nobles causas del mundo dejaré de llorar por un amor que se acaba"
- "¿Por qué serán tan hermosos los rostros tristes?";
- "¿Dónde está tu alma?";
- "Yo también he sido amado, pero destruí ese amor";
- "¡Has visto que poco atento es nuestro Dios!"
Salimos del teatro, llegué a casa y posterior a "rumiar" algunas ideas subí esta entrada.
Conclusión, la obra da dos silogismos:
a) Todas las mujeres son mezquinas, y
b) Todos los hombres "comodínos".
Si pueden disfrútenla.
Les mando un abrazo veraniego.
PD. Gocen al amor verdadero, los demás serán temporales.
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