Mis aventuras han modificado su paso. En ejemplo es que el fin pasado asistimos al Museo Soumaya y disfrutamos (¿eso creí yo?) la exposición de el autor de El Profeta, Gibran. Mi acercamiento con este señorito, había pasado desapercibido. Conocerlo, nombrarlo y medio saber quien era. La mística que el toca, o como la percibe, me parece, es una fución con el ser superior rodeada de amor y naturaleza. Simpre marcando que el primero domina al mundo y va de la mano con la tristeza y el dolor. Todo hacia un exilio, medio estraño, diría yop. Ese tema lo conoce mejor A.
Comparto con ustedes frases del poeta que tocaron estas neuronas:
"El amor no posee nada ni quiere ser poseído. Porque el amor se basta en el amor"
"En la tristeza se tejen lazos más sólidos que en la felicidad y en la alegría"
"No es posible llegar al alba, sin recorrer el sendero de la noche"
"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes".
"Del hablador he aprendido a callar, del intolerante a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad"
Se acabó el veinte; trás los minutos necesarios llegué a casa. Subí, me encerré en mi habitación como la misantropa en la que me he convertido.
Las fotos y yo después del viaje de diciembre andamos algo extraviadas... se las debo.
Un abrazo místico.
Dy.
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