Creo en que las cosas llegan en el momento justo e indicado. Hace meses parecía que nada cambiaba que todo seguría igual por tiempo indefinido. Entonces todo mi corazón, alma y espíritu lo dirigí hacia un sólo lugar. No sé cuando llegaré, pero si que como llegaré a mi destino: Volando como un avecilla que por volar pierde el nido y cae en las mejores manos: las del amor.
Un ejemplo claro es esta pequeña avecilla que mientras caminabamos por Insurgentes cayó de un árbol y pues no tuvimos mas que recogerla y que mi compincha la adepte y luego la libere si el emplumado quiere irse. Aquí algunas imágenes de la avecilla suertuda que encontró a la mejor mamá del mundo, y de paso a la tía consentidora.
Todo indica que la libertad con la que vive un ave, es la próxima libertad de la que gozaré en compañía de las personas que amo y me aman.
Aquí "foticos" de avecilla adoptada.
¡En manos de la tía, tenía mucho frío!
¡Con la tía consentidora!
¿Nos parecemos?
Casi lo adopto, pero seguramente para hoy ya lo habría matado de hambre.
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